Los homenajes predominaron en la salida de los jugadores al césped del “Etihad Stadium” en Manchester: por un lado, los argentinos recordaron al “Loco” Houseman; por el otro, los italianos hicieron lo propio con Davide Astori, jugador de la Fiorentina que falleció en la concentración por un problema cardíaco.

El partido entre Argentina e Italia arrancó como pocos lo preveían: lejos de tener el conjunto “albiceleste” el dominio de la pelota y el ritmo de juego, la “azurri” se mostró combativa y presionando bien arriba en el campo, agazapada para atacar con fluidez en cuanto recuperaba el balón.

La primera llegada clara del encuentro estuvo, sin embargo, del lado argentino: Otamendi cabeceó un lindo centro desde la izquierda pero se encontró con la seguridad de Buffón para ahogar el grito de gol.

A partir de allí la presión italiana cedió y la iniciativa quedó en manos del equipo de Jorge Sampaoli: con Lanzini y Lo Celso activos, mucho del fútbol del conjunto argentino dependió de la movilidad de los laterales y los arranques de Di María.

Aunque no sufrió contratiempos atrás, el seleccionado tuvo que esperar mucho tiempo para volver a llegar al arco rival: Leandro Paredes, de lejos, probó con un remate al arco que salió bien cerca del palo defendido por el legendario arquero italiano. Y un rato más tarde, luego de una linda combinación entre Lanzini y Di María, apareció Tagliafico para romperle el arco a Buffon que tapó hacia un costado.

Pero los avances argentinos no quedaron ahí: Di María la pisó, se sacó un jugador de encima y metió un pase profundo para Higuaín que casi marca pese a un zurdazo que desvió el arquero y sacó un defensor en la línea.

La primera italiana fue muy clara y la tuvo recién comenzado la segunda parte: Insigne aprovechó un error defensivo “albiceleste” y, de manera increíble, falló ante la salida de Caballero.

Y un rato más tarde, el arquero argentino se puso la capa de héroe y ahogó las esperanzas de la “azurri” tapándole un mano a mano a Immobile.

El mal momento del seleccionado se profundizó tras la salida de Di María: perdió peso ofensivo y siguió ofreciendo espacios atrás. Italia recuperó la pelota, empezó a manejar decididamente el juego y, si no fuera por otra intervención de Caballero ante Insigne, se hubiera visto en mayores problemas.

Y Banega, ingresado un rato antes, fue quien iluminó la noche en Manchester: tras una pared con Lo Celso, el volante recibió en la puerta del área y remató seco y por lo bajo para derrotar a Buffon y poner el 1 a 0.

Y a cinco del final, Manu Lanzini terminó de sentenciar la suerte del amistoso: Higuaín manejó con tranquilidad un contragolpe, abrió para el jugador del West Ham y este, desde afuera del área, le rompió el arco al arquero italiano para sellar el 2 a 0.

Tras el encuentro, el técnico de la Selección Argentina habló con la prensa sobre sus primeras impresiones y balances: “Se respetó la idea que nos propusimos: jugar este partido como una final”.

“El equipo aprovechó las virtudes de los jugadores que estaban en el campo. Tenemos que potenciar las cosas que generamos hoy. El nivel colectivo fue muy bueno”, agregó Sampaoli.

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