? Foto: MAFIA

“El quirófano era la cocina, amplísima, típica de esos edificios de categoría de Recoleta construidos en los años 50. El médico, amoroso, me dijo: ‘esto va a ser muy rápido, quedate tranquila’. Yo quedé embarazada a los 20 años usando un diafragma. No deseaba ser madre forzadamente”, aseveró Muriel Santa Ana, actriz, en una de las primeras exposiciones de quienes están a favor del proyecto de ley.

“Acá se trata de aborto clandestino o aborto legal. El aborto existe, existió y existirá legislen ustedes lo que legislen. Si este proyecto fuera rechazado, llevarán de aquí en más sobre sus espaldas a las muertas que produzca el aborto clandestino”, agregó.

“El debate sobre el origen de la vida es un debate que no vale la pena priorizar frente a las urgencias de la existencia social del aborto. No discutamos metafísica para dirimir cuestiones públicas”, prosiguió el filósofo Darío Sztajnszrajber.

“Para convivir con la diferencia del otro hagamos política. No pueden convivir nunca la democracia y los absolutos. Si hay una verdad y uno cree poseerla, al otro se lo ningunea. El aborto es una cuestión política. Hablemos de política. Nuestra sociedad tiene que hacerse cargo de las desigualdades sociales que condenan a las mujeres a abortos en condiciones infrahumanas. Tiene que hacerse cargo de acompañar el proceso de emancipación del cuerpo de la mujer”, sentenció.

“Vengo hablando con legisladores que me dicen que están a favor pero tienen miedo del castigo social en sus provincias. Y justamente de lo que estamos hablando acá es de no tener miedo”, apuntó luego María Eugenia Estenssoro, ex senadora por la Coalición Cívica.

“A los 35 años quedé embarazada. El progenitor -uso esa palabra porque padre o madre es otra cosa- me dijo que me acompañaba a abortar, que no lo quería. Tengamos el coraje y el amor para hacer de la maternidad y la paternidad un acto sagrado y responsable”, reveló.

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