Las imágenes rompieron corazones alrededor del mundo y sumieron en la tristeza al pueblo francés: la Catedral de Notre Dame, uno de sus mayores símbolos, quedó devastada tras un feroz incendio.
La única buena noticia dentro de la “tragedia” es que, gracias al trabajo de los bomberos, su estructura fue salvada y sigue en pie.
Aunque todavía se temen algunos derrumbes y las vulnerabilidades acechan en cada rincón, el presidente Emmanuel Macron prometió volver a ponerla en pie lo antes posible.
La Alcaldía de París informó que pondrá 50 millones de dólares. La Fundación del Patrimonio lanzó una colecta nacional y los clubes de fútbol de Francia prometieron participar.
Las grandes fortunas francesas también dirán presente. La familia de Bernard Arnault, propietario del grupo de productos de lujo LVMH, anunció una donación de 200 millones de euros.
La familia de François Pinault, propietario del grupo Kering, que comercializa marcas como Gucci o Yves Saint Laurent, anunció la donación de 100 millones de euros a través de su compañía de inversiones Artemis.
Marc Ladreit de Lacharrière, que controla la compañías de inversiones Fimalac, prometió también diez millones de euros “para la restauración de la aguja, símbolo de la catedral”.
Hasta el dueño de Apple, Tim Cook, aseguró que su compañía contribuirá a la reconstrucción de la catedral.
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— ? Diario BA (@diariodeBA) 16 de abril de 2019
