Es casi sin lugar a dudas, el peor incendio forestal en la historia de Australia. También es una catástrofe ambiental sin precedentes.

Las más de 5 millones de hectáreas arrasadas por las llamas tiene su correlato con los más de mil millones de animales afectados y especies al borde de la extinción.

“El número de animales rescatados o que necesitan ser atendidos que estamos recibiendo no es el que habíamos previsto. Muchos, además, perecieron en los incendios”, reconoció Sarah Price, que trabaja para el grupo de rescate de vida silvestre WIRES.

“Muchos de los animales mueren después del incendio por falta de alimento y refugio o son devorados por otros animales”, agregó, por su parte, Mathew Crowther, profesor de la Universidad de Sidney.

Las pérdidas, por el momento, son difíciles de estimar y asimilar: las autoridades creen que 25.000 koalas murieron en una isla consumida por el fuego; casi diez mil camellos fallecieron a causa de las llamas, la falta de comida o fueron sacrificados.

Los especialistas en biodiversidad alertan también sobre la tragedia que se cierne sobre especies menos visibles como los insectos y los reptiles.

? “Esto es peor que cualquier cosa que haya visto en mi vida. Desde un punto de vista ecológico, esto es escalofriante“, indicó Kate Umbers, bióloga de la Universidad de Sidney.

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