Los gremios docentes porteños y las autoridades del distrito están en otra sintonía: cada paso que de la administración de Horacio Rodríguez Larreta en materia educativa despierta toda una serie de críticas y cuestionamientos.

Al rechazo a las “actividades de revinculación de manera presencial”, la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) le sumó ahora el cruce a la decisión de Soledad Acuña, titular del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, de adelantar por decreto al fecha de vacaciones de los maestros para que vuelvan a clases la primera semana de febrero.

“Rechazamos la modificación unilateral e inconsulta de la agenda educativa dispuesta por el Gobierno de la Ciudad. Estos ‘anuncios’ televisivos y, su correlato días después en resoluciones y decretos, muestran una vez más el desconocimiento del sistema educativo agregando complicaciones al funcionamiento escolar”, señalaron a través de un comunicado.

“Además de ignorar los aspectos sanitarios y epidemiológicos, con esta decisión la ministra Soledad Acuña deja en claro que no conoce las condiciones edilicias de las escuelas. Frente a las altas temperaturas durante el mes de febrero con los techos de tinglados, la imposibilidad de prender ventiladores y aires acondicionados y los espacios reducidos se hará imposible permanecer en los establecimientos educativos. Por otro lado, los últimos días de diciembre y las dos primeras semanas de febrero se organizan los actos públicos de asignación de cargos directivos, docentes y horas cátedra fundamentales para que los estudiantes tengan docentes como también, así, mesas de exámenes”, subrayaron desde el sindicato.

Y remataron: “El regreso a la presencialidad requiere de diálogo social e inversión educativa para solucionar los problemas de infraestructura escolar y cubrir los cargos docentes y no docentes imprescindibles para la nueva etapa“.

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