Científicos británicos con sede en “Porton Down” comunicaron a la prensa que no fueron capaces aún de establecer dónde fue creado el agente nervioso “novichok” que se usó para envenenar a Sergei y Yulia Skripal.

Gary Aitkenhead, jefe del Laboratorio de Defensa, Ciencia y Tecnología, reconoció que no se pudo probar que haya sido creado en Rusia.

“Pudimos identificar la sustancia, que es novichok y que es de grado militar. Aunque no pudimos identificar la fuente precisa de dónde salió”, explicó ante la prensa. “Aún así, sí podemos asegurar que se usaron métodos extremamente sofisticados para crearlo, algo que sólo un actor estatal es capaz de hacer”.

La revelación llega en el momento justo en que Rusia insiste que no estuvo detrás del ataque al ex espía y que las acusaciones son “una provocación” del gobierno británico. El Kremlin deslizó, incluso, que se podría tratar del trabajo de “agentes británicos” para distraer a la población local respecto del “#Brexit”.

Mientras tanto, cientos de policías y miembros de los equipos sanitarios trabajan en las calles de Salisbury para descontaminar las áreas donde, se supone, transitó la familia Skripal y que podrían estar contaminadas con el peligroso agente nervioso.

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