No hay tregua que valga para los bolsillos: luego de varios días movidos por la crisis cambiaria, las petroleras decidieron esta semana aumentar otra vez el precio de los combustibles.

Sin embargo, las empresas empiezan a ver la consecuencia de las constantes devaluaciones y la retracción del consumo en sus balances mensuales, trimestrales y anuales.

Según “Econojournal”, las ventas de combustible cayeron un 4,6% en el primer trimestre del 2019, combinando una caída del 5,3% en la venta de naftas y del 4% en gasoil. Esto no ocurría desde el 2011.

En esta línea, la nafta premium es la más afectada por la crisis, ya que los automovilistas “migraron” a los combustibles más baratos: retrocedió un 24,3% en el último año consignando un derrumbe histórico.

??‍♂️  #SufrenLosBolsillos

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