Tras la decisión de la Justicia de Córdoba de frenar las obras de Monsanto en Malvinas Argentinas, voceros de la multinacional aseguraron que “ya tienen listo el estudio de impacto ambiental” y criticaron la consulta popular ordenada por el fallo. Desde el acampe celebraron la medida pero advirtieron que “no hay que bajar la guardia”.
El fallo de la Justicia de Córdoba que frenó momentáneamente la construcción de una planta de tratamiento de semillas de maíz de Monsanto en la vera de la Ruta A 188 Km 9 ½, en Malvinas Argentinas; puso nuevamente en el plano principal a los vecinos de dicha localidad. Según la Sala 2ª de la Cámara del Trabajo, la multinacional no podrá continuar con su proyecto en tanto y en cuanto presente el estudio de impacto ambiental – uno de los requisitos de la Ley General de Ambiente – y las autoridades municipales llamen a una consulta popular para votar si los vecinos de Malvinas Argentinas están a favor o contra del emprendimiento.
Rápidamente, y tras la medida cautelar que impuso la justicia, el gerente de Asuntos Corporativos de Monsanto, Adrián Vilaplana, salió al cruce y anticipó que apelarán la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia, ya que consideran “legítimo su derecho a construir la planta al haber dado cumplimiento con todos los requisitos legales y haber obtenido las autorizaciones para ello conforme la normativa vigente”.
Con respecto a los estudios de impacto ambiental, Vilaplana aseguró que el informe “se encuentra en su etapa final” y “casi concluido”. Sin embargo, se mostró reticente al segundo punto pedido por la justicia. “El espacio de discusión pública es fundamental para que se puedan entregar todos los argumentos técnicos. Los puntos que se quieran corregir del proyecto pueden ser planteados de manera técnica en la audiencia pública (…) La consulta popular es un trampa del ambientalismo profesional.”, aseguró en diálogo con Canal 10 de Córdoba. Y agregó, despectivamente, que la falta de información que denuncian los vecinos de Malvinas Argentinas ” es una falacia instalada por el grupo piquetero”.
Por su parte, desde la Asamblea de Autoconvocadxs del Acampe de Malvinas Argentinas se emitió un comunicado tras conocer el fallo: “Es importante resaltar y recordar que Monsanto ha avanzado considerablemente la construcción de la planta durante varios meses con el respaldo de la resolución provincial 595 y dos ordenanzas aprobadas por el municipio de Malvinas Argentinas. Este respaldo jurídico hoy fue declarado arbitrario e inconstitucional.”.
Recordaron también los hechos de violencia y amenazas que sufrieron, además de la complicidad política local, provincial y nacional: “Sin nuestras convicciones/acciones presentes en las puertas del predio no se podría haber frenado una construcción ilegal, un genocidio, y como fuimos y seguimos siendo demasiada molestia para los engranajes de poder tanto político como económico que sostiene Monsanto con los representantes (locales, provinciales y nacionales) hemos soportado represiones por parte del gobierno provincial, evidenciado la tercerización de la represión en manos de la Uocra además de sufrir diariamente la persecución y el hostigamiento de la policía”.
Por último, reconocen que la paralización de la obra les da “cierto oxígeno y un envión anímico importante” pero, advierten, que “no deben bajar la guardia” ya que “Monsanto es una de las empresas multinacionales que mas muertos tiene bajo su logo de progreso y posee demasiado poder para manejarse sin ningún tipo de reparo y con total impunidad, manipulando decisiones dentro del poder mismo”.
