? Foto: Eduardo Longoni

Otra vez sopa: para el diario de Mitre, los militares condenados “sufren violaciones de sus derechos” y padecieron “injusticias” en sus juicios.

Dictadura

Lejos de ser una casualidad, los embates constantes del diario “La Nación” a través de sus editoriales y notas son golpes conscientes contra los reclamos y logros conseguidos por las distintas organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos en las últimas décadas.

El tono castrense setentista que utilizan en el editorial “Un manifiesto por la justicia” es de temer. Pareciera ser que estos sectores concentrados no han puesto un pie en el siglo XXI y siguen anclados en grillas de lectura de la realidad conservadoras y arcaicas: a modo de ejemplo, puede leerse la justificación de los crímenes y delitos cometidos “contra el terrorismo” para evitar “la implantación en la Argentina de un régimen totalitario marxista al ejemplo de Cuba”.

Lo que buscan en el nuevo escrito no es estrictamente algo novedoso: quieren la impunidad para los miembros de las fuerzas de seguridad que fueron condenados por delitos de lesa humanidad.

“El manifiesto tiene un carácter jurídico. Reclama justamente por la falta de juridicidad en casos en los que prevalecieron la ideología y la exacerbación de sentimientos de venganza. Durante la gestión kirchnerista, las condenas y encarcelaciones de militares y miembros de las fuerzas de seguridad se utilizaron como una pantalla para recoger apoyos políticos y para inhibir críticas, como si con ese proceder se adquiriera un fuero virtual que les permitiera quedar impunes del latrocinio y la corrupción”, afirman allí.

Tras intentar homologar la agenda de las organizaciones de derechos humanos y su pedido de justicia con el kirchnerismo para descalificarla; insisten en que los juicios no “respetaron” las garantías constitucionales: “Desapareció la necesaria seriedad procesal en ciertos juicios orales, envueltos en espectáculos cercanos al linchamiento por muchedumbres convocadas al efecto. Testigos y testimonios resultaron en muchos casos fraguados”.

Por último, hacen un intento un poco más osado: hablan de “guerra interna” y critican la “interpretación parcial” que figura en “los medios, textos escolares y universidades estatales”.

“Resultan claros los argumentos jurídicos expuestos con profesionalidad en el manifiesto. Pero se podrían agregar otros relacionados con la clara discriminación y el tratamiento asimétrico aplicado a ambas partes de la guerra interna sufrida por nuestro país en los setenta. La interpretación parcial de los hechos ha alcanzado gran parte de los medios y también los textos escolares y las universidades estatales. Sometidos a estos relatos, presiones e inhibiciones, en algunos casos por la propia adhesión a la denominada ‘justicia legítima’, se han desempeñado los jueces a quienes ahora se les reclama nada menos que hacer justicia”, concluye el editorial.

La memoria, en tanto construcción social, siempre susceptible de reconfigurarse y teñirse de nuevos significados, nuevas lecturas del pasado y reactualizaciones, está más en disputa que nunca. Las tensiones, conflictos y complementariedades en el plano de “lo político no están ajenos a este proceso.

  • Para entender el particular empeño del diario en publicar este tipo de columas y editoriales:
  1. “La Nación” pide “la reconciliación y la superación de los sentimientos antimilitares”
  2. “La Nación” pide por los genocidas condenados: “Fueron apresados en procesos cuestionables”
  3. La Nación insiste en las “condiciones” en que se encuentran los militares detenidos por crímenes de lesa humanidad
  4. El editorial de La Nación: un mix entre los argumentos pro-militares y la “teoría de los dos demonios”

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